Los físicos usaron métodos de diagnóstico fluorescente y terapia fotodinámica. Una gasa se moja en una solución de sustancia fotosensible (fotosensibilizador) y se aplica al órgano afectado durante 2 o 3 horas.
El fotosensibilizador absorbe la radiación y activa el oxígeno molecular disuelto en los tejidos del organismo. El oxígeno posteriormente destruye las células del tejido patológico y crea las condiciones favorables para activar la inmunidad. La fluorescencia que surge cuando el fotosensibilizador se excita se registra con métodos de espectroscopia y permite determinar exactamente los límites del tejido afectado.
"La terapia fotodinámica es un método de tratamiento de esta enfermedad que permite conservar los órganos y suya eficacia ya ha sido demostrada, lo que se confirma por los resultados positivos de más de 700 pacientes", señala el jefe adjunto del Departamento de micro, nano y biotecnologías de la MEPhI, Víctor Loschenov.
Según el experto, los resultados de los enfoques aplicados ponen de relieve que el uso de tales tecnologías es prometedor a la hora de prevenir transformaciones malignas y de tratar la leucoplasia.