La marcha fue encabezada por miembros de la familia mexicano-estadounidense, que hace un mes perdió a tres madres y seis niños, dos de ellos bebés ametrallados por un grupo armado, en una carretera rural de los alrededores de sus propiedades en las montañas de Sonora, cerca de la frontera con EEUU.
El acto que conmemora la revolución de 1910 fue el colofón de una marcha de poco más de un kilómetro, que partió del Ángel de la Independencia y en la que, según los organizadores, participaron más de 200.000 personas, aunque el Gobierno de Ciudad de Mexico estimó fueron 8.000.
"Esas personas que están asesinando a mexicanos, no tienen patria, no tienen pueblo y no tienen madre", dijo LeBarón, quien fue el más aplaudido de los oradores.
La petición ha sido acogida por el jefe de la Casa Blanca pero López Obrador a contestado con una frase escueta: "cooperación sí, intervencionismo no".
La marcha se realizó la tarde de este domingo, al mismo tiempo que se llevaba a cabo una manifestación en apoyo a López Obrador en la principal plaza capitalina del Zócalo, frente al Palacio Nacional, sede del Ejecutivo, para festejar el primer aniversario del líder de la izquierda nacionalista en la presidencia (2018-2024).
Un letrero portado en la marcha rezaba: "Presidente: su política de 'abrazos, no balazos' nos está matando".
López Obrador reconoció en su discurso que una de sus tareas pendientes es la pacificación del país.
Sin embargo reafirmó que la llamada "guerra contra el narcotráfico" decretada en 2007, fue "irresponsable" porque condujo a los soldados y marinos a una lucha frontal con la delincuencia organizada.
Este año se perfila como el más violento desde que se llevan registros hace tres décadas en este país, con más de 29.500 muertos de enero a octubre de 2019.