El nuevo plan de acción "servirá como catalizador de la transformación de la compañía y que persigue priorizar los mercados donde la compañía pueda ser relevante y crecer en un modelo sostenible a largo plazo", indicó la multinacional de comunicaciones en un comunicado.
Con las medidas aprobadas este 27 de septiembre, la empresa espera generar más de 2.000 millones de euros adicionales de ingresos, además de dos puntos porcentuales de mejora en su margen operativo para el año 2022.
El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, se mostró "convencido" ante el Consejo de Administración de que este nuevo plan de acción supone una "oportunidad enorme de crecimiento" y una "revolución tecnológica y social" para la empresa.
El plan consta de cinco ejes estratégicos, el primero de los cuales focaliza la actividad de la compañía en sus principales mercados:
- España,
- Reino Unido,
- Alemania,
- Brasil,
que concentran el 80% de los ingresos.
"La madurez creciente de los mercados y la aparición de nuevos competidores sujetos a distintas reglas demanda aproximaciones estratégicas muy focalizadas", argumentó el presidente de Telefónica, que destinará el grueso de sus inversiones a estos mercados.
Las operaciones de la compañía en los países de Hispanoamérica, por otro lado, se unificarán en un "spin-off operativo" que articulará de forma unificada todas las actividades en la región con el fin de "maximizar su valor vía crecimiento, consolidación y posibles operaciones corporativas".
Otras de las medidas que implementará Telefónica es el lanzamiento de la filial Telefónica Tech, que pretende impulsar el crecimiento de negocios digitales en áreas como la ciberseguridad o el almacenamiento en internet.
También nace Telefónica Infra, que aglutinará las participaciones accionariales de la compañía en infraestructuras, y que contará con el 50% de la filial Telxius como como primer activo.
La última de las iniciativas pasa por la modificación de la estructura del comité ejecutivo del grupo, del que saldrán Mariano de Beer y Bernardo Quinn, y el aumento de las responsabilidades del Consejero Delegado, Ángel Vilá.