"Si seguimos el camino de acceso ilimitado de cualquier ONG a las actividades de nuestra organización, sin escuchar la opinión de los Estados participantes sobre su admisión, entonces entre los representantes de amplias capas de la sociedad civil pueden entrar unas estructuras totalmente odiosas", dijo.
Shulguín mencionó en particular a "la organización pseudohumanitaria Defensa Civil Siria, los famosos Cascos Blancos", que según el diplomático "se han manchado a sí mismos con engaños flagrantes y vínculos con grupos terroristas en Oriente Medio".
"Rusia apoya plenamente la participación de representantes de la sociedad civil en las reuniones del máximo órgano directivo de la OPAQ, esto es un imperativo, es esencial que se escuchen aquí las opiniones de las ONGs interesadas en una labor constructiva y eficaz de la OPAQ", aseguró el embajador ruso.
Advirtió, sin embargo, que "también hay ONGs cuyo trabajo no solo no ayuda, sino que incluso perjudica a nuestra organización, llevando una politización indebida a su trabajo esencialmente técnico".
Shulguín recordó que en las "directrices sobre los aspectos procedimentales de la participación de las ONGs en el trabajo de la Conferencia (...) hay requisitos de que las ONGs sean relevantes para el objeto y el propósito de la Convención sobre las Armas Químicas".
Por su parte, el embajador sirio ante la organización, Bassam Sabbagh, llamó "a guiarse por el principio de apertura y transparencia, que caracteriza las actividades de la organización".
El diplomático recordó que 87 organizaciones no gubernamentales participan en la Conferencia de la OPAQ.
"Los Estados tienen derecho a decidir a quién invitar y a quién no invitar a participar en la conferencia", insistió Sabbagh.
En ese sentido explicó que hay "dos principios que son importantes: la relevancia para las actividades y el trabajo de la organización y el hecho que estas organizaciones no deben lanzar ninguna acusación contra ningún Estado ni difundir opiniones y declaraciones falsas".
Los Cascos Blancos se declaran una organización de rescatistas voluntarios que asisten a la población de Siria ante ataques y que llevan adelante acciones de rescate.
La organización, sin embargo, ha sido acusada por los gobiernos de Siria y de Rusia de apoyar a grupos terroristas y de escenificar provocaciones con armas químicas, destinadas a justificar la posible intervención extranjera en ese país de Oriente Medio.