Un medio ruso ha hablado con varios dietólogos, psicólogos y especialistas del mundo de la restauración para contestar a estas preguntas.
1. A los niños les gusta la comida rápida no por su sabor
La culpa la tiene el ambiente festivo y el marketing agresivo, afirman los psicólogos. Son locales que tienen un ambiente de alegría, y a los niños les regalan juguetes junto con las hamburguesas que compran.
2. Las hamburguesas contienen arena
3. Los batidos están llenos de insectos molidos y de sus huevas
Se trata de las huevas de la cochinilla —un insecto que parasita plantas—. Se utilizan para hacer carmín, un polvo que tiñe los alimentos de un delicado color rosa. No solo se puede encontrar en la comida rápida. También es un colorante muy popular en la comida en general. Por ejemplo, se usa en los yogures.
4. La comida rápida reduce los niveles de testosterona
Recientemente, un equipo de científicos australianos ha descubierto que comer hamburguesas reduce los niveles de testosterona en los hombres, hormona que juega un papel importante en la producción de esperma. Pero, ¿la comida rápida llega incluso a provocar impotencia?
5. Las papas fritas se producen a partir de una variedad especial de papas
Los científicos han seleccionado variedades especiales para preparar papas fritas de todos los tipos: las de paquete, las finas y las horneadas. Los tubérculos son de diferentes tamaños y su proporción de agua y almidón es diferente. Los que se usan para las patatas fritas contienen mucho almidón y son muy grandes. Cuanto peor y más barata sea la variedad, más rápido se desinflará el trozo de patata, mientras que las variedades caras conservan su sabor y apariencia durante mucho más tiempo.