"¡Ahora sí, guerra civil!", "¿dónde está la prensa, carajo?", "¡que se vaya la golpista!", eran las consignas más frecuentes entre los millares de manifestantes que llegaron en varias marchas vespertinas hasta el centro de la capital política boliviana, aún semiparalizada por bloqueos y falta de combustible.
🇧🇴 Grupos de indígenas protestan en las calles de La Paz
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) November 18, 2019
🎥 Cortesía de Apolinar Paco
👉🌐 https://t.co/NN2C0D7dTp pic.twitter.com/YR6Z0xVcOJ
Las protestas callejeras se realizaban a la par de bloqueos de calles y carreteras con los que sindicatos y otras organizaciones leales al depuesto presidente indígena Evo Morales (2006-2019) protestan en varios departamentos contra la senadora derechista que se autoproclamó presidenta el 12 de noviembre.
La referencia de los manifestantes a la prensa es consecuencia de la escasa cobertura que la mayoría de los medios privados bolivianos daba a las protestas antigubernamentales, en comparación con frecuentes reportes en vivo de actividades y declaraciones del gobierno de facto.
Juan de Dios Villca, vecino de El Alto, dijo a Sputnik que en sectores populares había "la sensación de que algunos medios ocultan informaciones que perjudican al gobierno".
"Por ejemplo, algunos diarios no han dicho nada de la convocatoria a sesión del parlamento para mañana martes, ni informan sobre los pronunciamientos del Pacto de Unidad de las confederaciones campesinas que han llamado a mantener los bloqueos y las marchas", dijo.
Añadió que casi ningún medio boliviano informó sobre investigaciones de académicos de prestigio mundial que desbaratarían la hipótesis de fraude electoral sobre la cual la Organización de Estados Americanos (OEA) planteó nuevas elecciones, en vez de las del 20 de octubre ganadas por Morales.
La televisión y la radio estatales, que Morales utilizó como instrumentos de gestión gubernamental y puso a disposición de los movimientos sociales, normalizaron sus emisiones el pasado fin de semana, luego de siete días de silencio informativo aprovechado por el gobierno de facto para cambiar a sus autoridades.
El gobierno dio nuevo nombre al diario de información general Cambio, creado por Morales hace diez años, llamándolo ahora Bolivia.