"Nos basamos en que según las normas y leyes cuando fue nombrada para este cargo, no había quórum pleno en el Parlamento, por lo que vemos aquí algunos puntos que, por supuesto, tenemos en cuenta. Pero está claro que será percibida como la persona encargada para dirigir Bolivia hasta que la cuestión de un nuevo presidente se resuelva a través de elecciones", precisó Riabkov.
Asimismo, el viceministro dijo que "percibimos todo lo que precedió al cambio de poder [en Bolivia] como acciones que en realidad equivalen a un golpe de Estado".
Poco después, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, reafirmó la decisión de Rusia de considerar que Jeanine Áñez es la persona encargada de dirigir Bolivia hasta que se celebren las elecciones en ese país.
"Rusia considera que la señora [Jeanine] Áñez es la persona que dirigirá Bolivia hasta las elecciones. No se trata de reconocer lo que ocurrió en ese país como un proceso legal, como ustedes entienden no se trata de eso".
"Partimos de que la designación y la legitimidad del jefe de Estado debe encajar claramente en las normas legislativas de la Constitución del país y contribuir a la unidad del país y no a su escisión", dijo.
Asimismo, la portavóz hizo énfasis en que solo después de las elecciones en Bolivia se podrá hablar de un gobierno legítimo.
"Evaluamos lo que está pasando en Bolivia como una situación que requiere la celebración de las elecciones, y sólo después se podrá hablar de un poder legítimo", dijo Zajárova.
Agregó que Rusia espera un enfoque responsable de la comunidad internacional respecto a esta situación.
"Contamos con que los miembros de la comunidad internacional tanto en la región de América Latina como fuera de esta adopten un enfoque responsable", dijo la portavoz.
Además, la portavoz llamó a entablar el diálogo pacífico y estabilizar el trabajo de los institutos de Estado en Bolivia en el campo constitucional.
"Rusia está interesada en una América Latina, política y económicamente estable, incluida Bolivia, con la cual nos unen estrechas relaciones de amistad y cooperación mutuamente beneficiosa", subrayó.
Los resultados de las elecciones presidenciales del 20 de octubre en Bolivia desencadenaron una oleada de protestas que desembocaron en la dimisión de Evo Morales, acusado por la oposición de presunto fraude en los comicios.
El 12 de noviembre, la senadora opositora Jeanine Áñez, de 52 años, asumió la Presidencia interina de Bolivia, en una sucesión sin acuerdo parlamentario aunque avalada por el Tribunal Constitucional que abrió las puertas a unas elecciones generales a corto plazo.
Desde su exilio en México, Morales calificó la autoproclamación de Áñez de "golpe artero y nefasto" y "asalto al poder del pueblo".
ACTUALIZACIÓN: En un primer momento, este artículo se publicó bajo el título "Moscú reconoce a Jeanine Áñez como la presidenta interina de Bolivia hasta las elecciones", lo que generó confusión respecto a la postura oficial del Gobierno de Rusia. Más tarde se actualizó con un titular que refleja de manera más fiel lo anunciado por Moscú.