"El secretario general sigue muy preocupado por los hechos en Bolivia. Reitera su llamado a todos los bolivianos a abstenerse de la violencia y ejercer la máxima contención", dice el comunicado firmado por Dujarric.
El portavoz de Guterres añadió que "el secretario general pidió a Jean Arnault contactarse, como su enviado personal, con todos los actores bolivianos y ofrecer el apoyo de la ONU a los esfuerzos para encontrar una resolución pacífica a la crisis, incluyendo la celebración de elecciones transparentes, inclusivas y creíbles".
Luego de varias semanas de protestas por un presunto fraude en las elecciones del 20 de octubre que daban como ganador a Morales, el presidente presentó su dimisión el pasado 10 de noviembre, tras ser presionado por las Fuerzas Armadas a renunciar.
Poco antes, la Organización de los Estados Americanos (OEA) divulgó los resultados de una auditoría de los comicios que mostró graves irregularidades, tras lo cual Morales se mostró dispuesto a convocar nuevas elecciones.
El 12 de noviembre Morales viajó a México en condición de asilado; hasta el 13 de noviembre habían fallecido 10 personas en las protestas, mientras los heridos se contaban por cientos.
El 12 de noviembre, la senadora opositora Jeanine Áñez, de 52 años, asumió la Presidencia interina de Bolivia, en una sucesión sin acuerdo parlamentario aunque avalada por el Tribunal Constitucional, que abrió las puertas a unas elecciones generales a corto plazo.