No fue de cero a cien, fue de 24 a 52. Ese crecimiento meteórico del ultraderechista Vox en España representa el 116% en unas elecciones anticipadas por el presidente del Gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez, tras fracasar en su intento de permanecer en La Moncloa desde la pasada primavera.
Estrategia
Desde varios partidos políticos acusaron a Sánchez de oportunista por el momento en que eligió para adelantar las elecciones por entender que el calendario jugaba a su favor para una mayor recaudación de sufragios.
Y así fue, y por ese agujerito se metió la derecha, principalmente el Partido Popular [PP], que en abril pasado había tenido horas más bajas de su historia, y Vox, que pese a tener un buen estreno, supo aprovechar su segunda oportunidad. La otra cara de esta historia, es Ciudadanos.
El temblor del tablero
A finales de octubre, algunos sondeos daban a la formación socialista entre 133 y 150 escaños contra los 123 que consiguió en abril. Pero llegó un baño de realidad: diez días más tarde, no sólo que no llegaba a la cantidad lograda en la oportunidad anterior, sino que bajaba 3 asientos, totalizando 120.
El efecto caída de la izquierda también lo sufrió Podemos, que pasó de 42 a 35 asientos en el Congreso, y la salida al ruedo de Más País liderada por Íñigo Errejón, no hizo más que debilitar a las formaciones de izquierda a favor de la derecha, mientras su aporte fue inferior al esperado.
Balance
Pineda hace hincapié en la importancia para Unidas Podemos de saber de antemano qué es lo qué tipo de Gobierno pretende llevar adelante Pedro Sánchez.
"Nosotros desde luego, sí le puedo anunciar que no vamos a regalarle los votos. […] Nosotros no vamos a permitir que a esta nueva crisis [económica] la volvamos a pagar los mismos", sentencia.
Mientras, la senadora por Esquerra Republicana de Cataluña Ana Surra, vaticina que "apretado por las otras fuerzas de izquierda, [Pedro Sánchez] tendrá que hacer una coalición con la izquierda, pero mostrando el 'cuco' [fantasma] de Vox, esa coalición va a tener que ser con medidas mucho más suaves de lo que pretende la izquierda tradicional".
No obstante, no duda que se formará Gobierno. "Va a haber gobernabilidad, [pero] tendrá que ser con la izquierda".
"Fíjate todo el dinero que se gasta [en los procesos electorales repetidos]. Pasa el tiempo y la gente no tiene soluciones para nada porque nadie gobierna, esto en el tiempo no se mantiene", concluye la senadora Ana Surra.