"Se tiene que estructurar un mecanismo con el Gobierno de la RCA y el grupo de trabajo de supervisión", dijo Moiséev a Sputnik.
El Proceso Kimberley es un sistema internacional de control de más de 80 países que garantiza la legalidad del origen de los diamantes en bruto.
El organismo prohibió en 2013 las exportaciones de diamantes del país africano, que alimentan el conflicto armado en esa nación. Antes de las sanciones, la República Centroafricana producía 350.000 quilates.
El alto cargo advirtió que el dinero obtenido va a parar a manos de los criminales.
La prohibición está vigente en el norte y este de la República Centroafricana, en la que actúan grupos armados antigubernamentales.
El embargo se levantó parcialmente en las denominadas zonas verdes desde donde se permite las exportaciones de las piedras preciosas.
"Creemos que las prohibiciones son injustas en relación con la población pobre que no tiene otra fuente de subsistencia que la extracción de diamantes", sostuvo Moiséev.
La RCA se encuentra en una espiral de violencia desde diciembre de 2013, cuando en Bangui se produjeron enfrentamientos entre el grupo islamista Seleka y la milicia cristiana Anti-Balaka.
La ONU estima que el conflicto ha causado desde entonces miles de muertos y hasta un millón de desplazados.