En total, este año los ingresos de De Beers bajaron un 26% en comparación con los del 2018.
La empresa sudafricana no es la única que sufre perdidas. En julio la compañía rusa Alrosa reportó la caída de sus ventas en un 51%, mientras que las acciones del mayor minorista de joyas con diamantes en el mundo, Signet, se desplomaron más del 60% en el 2019.
"El actual malestar en el mercado se debe a la sobreoferta", declaró el analista neoyorquino Paul Zimnisky, citado por el periódico Financial Times.
Esta sobreoferta fue creada por la producción de diamantes en laboratorios, que desde el punto de vista químico son idénticos a las piedras tradicionales. Además, la incertidumbre macroeconómica y, particularmente, la guerra comercial entre EEUU y China, los dos mayores consumidores de diamantes, ha alimentado el nerviosismo entre los mayoristas y minoristas del mercado.
Como resultado de la reducción de la demanda, el minero sudafricano prevé recortar su producción hasta los 31 millones de quilates este año, frente a los 35,3 millones de quilates que alcanzó en el 2018. Además, De Beers promete incrementar los gastos destinados a la promoción de sus piedras.