Para dispersar a las multitudes, la Policía utilizó cañones de agua y bombas de gas lacrimógeno. Los manifestantes, por su parte, usaron dispositivos caseros con agua para neutralizar los gases.
Las movilizaciones en Chile comenzaron el 14 de octubre en Chile debido a un alza de 30 pesos —menos de un dólar— en el precio del pasaje del Metro de Santiago. El presidente del país, Sebastián Piñera, anuló días más tarde la subida. Sin embargo, las protestas no amainaron y abarcaron otras reivindicaciones de corte social. Hasta el momento han muerto 23 personas, cinco de ellas a manos de las Fuerzas Armadas y la Policía.