Para el político, el expresidente brasileño, "siempre fue un gran unificador de América Latina y ahora está llamando a unir a Brasil.
Enríquez-Ominami recordó que América Latina está pasando por turbulencias muy graves y subrayó que "Lula fue el gran protagonista de una reflexión distinta desde el sur, un gran motor de la unidad".
"Lula se volvió un símbolo de la discriminación, de algún modo todos los latinoamericanos somos Lula".
Contra la guerra judicial
Enríquez-Ominami anunció que la víspera constituyeron el Centro Latinoamericano de la Justicia y la Democracia, un grupo de 20 juristas de siete países junto al juez español Baltasar Garzón para "combatir la guerra jurídica o law fare", es decir, usar la ley para sacar de la carrera a los políticos por proyectos ideológicos.
"No se puede hacer política sin Estado de derecho. Los problemas de la democracia se resuelven con más democracia, no se resuelven en los tribunales. Que los pueblos decidan quiénes son los presidentes, no los jueces ni los fiscales".
Críticas al Grupo de Lima
Sobre las recientes declaraciones del Grupo de Lima, que volvió a condenar al Gobierno de Nicolás Maduro, Enríquez-Ominami fue irónico: "Habría que preguntarles qué comen los del Grupo de Lima, porque hasta Estados Unidos está más moderado en sus declaraciones".
Sobre Chile, destacó el momento "emocionante e histórico que está viviendo", pero señaló que también es "una tragedia". El presidente Sebastián Piñera "ya decidió cogobernar con los militares". Esto es "impropio, injusto, pura violencia". El Grupo de Puebla llega "puntual en un momento clave para Latinoamérica", concluyó.
El grupo se constituyó en julio de 2019 en la ciudad mexicana de Puebla y celebra su segunda reunión los días 9 y 10 de noviembre en Buenos Aires con la participación de cerca de 30 líderes progresistas de 12 países, entre ellos los expresidentes Dilma Rousseff de Brasil, José Mujica de Uruguay, Martín Torrijos de Panamá, Ernesto Samper de Colombia y el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández.