"El juez [penal militar] del caso hizo un análisis del rompimiento del nexo causal, ese fue el resultado. La justicia penal militar ya dijo que era competencia de la justicia ordinaria", dijo Ramírez, según testimonios publicados por el diario local La Opinión.
Pero el Consejo Superior de la Judicatura descartó que el asesinato fuera un acto de servicio.
Torres, un excombatiente de la disuelta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue asesinado el 22 de abril en un paraje del municipio de Convención, Norte de Santander (nordeste).
Una investigación de la revista Semana reveló el 27 de noviembre que la muerte no fue resultado de un forcejeo con un militar, como había afirmado el Ministerio de Defensa, sino un asesinato premeditado y ordenado supuestamente por el coronel Pérez.
El asesinato de Torres fue denunciado el mismo 22 de abril por campesinos que escucharon disparos y que impidieron a soldados del batallón ocultar el cuerpo en una fosa que fue cavada en predios de la unidad militar.
Gómez Robledo está preso y el coronel Pérez fue separado de su cargo.