"Se trata de una violación al Derecho Internacional Humanitario, con el agravante de que fue premeditado porque los militares conocían de la presencia de esos niños en ese lugar y aun así Botero autorizó la operación, por lo que recae en él la responsabilidad", afirmó Ramírez del partido de izquierda FARC (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común).
La muerte de los menores fue revelada el 5 de noviembre por el senador Roy Barreras en medio de una moción de censura contra Botero en el Congreso.
Según Barreras, el pasado 2 de septiembre al menos siete niños murieron en un bombardeo militar a un campamento de disidentes de las FARC en el departamento de Caquetá (sur), en un hecho que el Gobierno presentó como un "éxito militar" al anunciar que 14 disidentes habían caído en esa acción, pero de la cual se ocultó la muerte de los niños.
La senadora, excompañera sentimental del fundador de la antigua guerrilla de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, alias "Tirofijo", cree que Botero conocía con antelación de la presencia de los menores porque tuvo que autorizar una "orden de batalla".
Barreras dijo este 6 de noviembre, a la emisora local RCN Radio, que "probablemente hay otros cuatro muertos que son niños; lo que pasa es que los fragmentos del bombardeo no le han permitido a Medicina Legal identificarlos y eso quiere decir que posiblemente no son siete, sino once los niños que murieron".
A juicio de la senadora Ramírez, "Botero no tiene don de mando sobre sus tropas y no ha sido capaz de asegurar la defensa de la población colombiana", como lo demuestran recientes hechos de violencia, entre los que se cuentan el asesinato de Dimar Torres, desmovilizado de FARC, por parte de militares, las muertes de líderes sociales y las recientes masacres de indígenas en el Cauca (suroeste).
El próximo 13 de noviembre el Congreso votará la moción de censura contra Botero, la cual contempla un mínimo de 54 votos para que el ministro deje el cargo.
"Yo estoy casi segura de que la votación en el Congreso para que Botero deje el cargo sí se alcanzará, porque es amplio el malestar con su desempeño, pero también hay que reconocer que en el Gobierno existe la mermelada (coimas) y es de esperarse que se empiece a repartir en forma de contratos para senadores y sus familiares a fin de proteger a Botero", señaló Ramírez.
Sin embargo, confió en que los senadores que se oponen a Botero se mantengan en esa posición y "le cumplan al país con su voto".
Si llega a prosperar el voto de la censura en el Congreso, Botero sería el primer ministro en la historia de Colombia en dejar su cargo por esa figura.
Botero se ha negado a renunciar y el presidente Iván Duque tampoco le ha pedido su dimisión.