Cataluña se convirtió en el escenario de multitudinarias marchas después de que se hiciera pública la sentencia con las duras condenas a los líderes independentistas catalanes que organizaron el referéndum sobre la independencia de la comunidad autónoma en 2017.
En Chile la protesta popular estalló con el aumento en los precios de las tarifas del metro, y se extendió hasta acabar concentrando el descontento del pueblo por las políticas neoliberales del Gobierno.
Las protestas en Bolivia se originaron por las denuncias por presunto fraude electoral tras una interrupción en el recuento de votos de las presidenciales. La oposición rechaza la auditoría internacional y la victoria legítima de Evo Morales.
En Perú, las movilizaciones estallaron en plena crisis institucional tras la decisión del presidente, Martín Vizcarra, de disolver el Congreso.
Octubre también ha sido un mes complicado para el orden público en Colombia. Varias organizaciones sindicales, estudiantes e indígenas protestan contra el nuevo paquete de reformas laborales y de pensiones. Para el 21 de noviembre se ha convocado un paro nacional contra el llamado Paquetazo de Duque.
A finales de mes se sumó otro país del continente. Los panameños salieron a las calles para manifestar su rechazo al proyecto con el que el Gobierno busca reformar la Constitución de 1972.
Haití está sumido en protestas desde febrero de 2019. El objetivo del levantamiento popular es lograr que renuncie el presidente, Jovenel Moise, al que culpan de corrupción.
Las organizaciones defensoras de los derechos humanos denuncian numerosos casos de uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía. Amnistía Internacional estima que en las últimas 6 semanas al menos 35 personas perdieron la vida.