"Lo que está pasando es preocupante; es bueno mirar las causas profundas del descontento, y en general lo que se registra en América Latina es una enorme desigualdad y una dificultad para garantizar los servicios y derechos fundamentales de las personas", reflexionó Espinosa, quien también fue canciller de Ecuador.
En las últimas semanas, Chile, Bolivia y Ecuador han sido escenarios de masivas protestas sociales por diversos motivos; en algunos de esos países, fuerzas policiales y militares fueron desplegadas en las calles para frenar las manifestaciones, dejando decenas de muertos, heridos y cientos de detenciones.
"La respuesta a esto es más dialogo, inclusión y políticas que reduzcan las brechas de desigualdad en América Latina. También quiero destacar que el derecho a la protesta pacífica se debe garantizar. Es un un derecho humano fundamental", afirmó.
Las movilizaciones en Chile, que comenzaron el 14 de cotubre, tuvieron como detonante el aumento de 30 pesos (menos de un dólar) en el precio del pasaje del Metro de Santiago, pero la población expresó en ellas también reclamos sobre varios otros asuntos sociales y económicos sin resolver.
Ante las manifestaciones, que incluyeron saqueos y actos violentos, el Gobierno de Sebastián Piñera adoptó estado de excepción y lanzó una fuerte represión, todo lo cual ha dejado 20 muertos.
Ocho personas murieron y más de 1.000 resultaron heridas en diversos incidentes, según la Defensoría del Pueblo ecuatoriana.
En tanto, Bolivia es escenario desde hace 10 días de manifestaciones contra el Gobierno de Evo Morales, al que acusan de fraude en los últimos comicios, pese a que su administración ha aceptado una auditoría internacional de los resultados.