Un kiosco con poca oferta de mercadería que hace de pantalla, una joyería o casa de apuestas con una habitación al fondo sin acceso directo, una escalera entre comercios a una planta alta sin cartel a la calle pero con personal de seguridad vestido de civil, una vivienda en un barrio residencial de clase media con servicio a domicilio.
Con diferentes públicos y distintos modos de operar, las 'cuevas' de la capital y el conurbano bonaerense aprovechan la brecha entre el precio oficial y el paralelo, con diferentes comisiones y valores según la ubicación y el nivel de personalización del servicio.
El dólar no para su escalada alcista desde abril de 2018: saltó de 18 pesos en ese momento, a cerca de 65 en la actualidad. Esto provocó como resultado una altísima inflación, más del 50% anual, que reduce a la nada los ingresos de los argentinos.
La derrota del presidente Mauricio Macri en las elecciones primarias del 11 de agosto provocó una nueva devaluación. El lunes 12 de agosto el peso subió de 45 a 60 por cada dólar. Esto obligó al Gobierno a imponer un control de cambios que limitó la compra de dólares a 10.000 por persona.
Pero nada detuvo la desconfianza: la hemorragia de reservas del Banco Central desde agosto hasta hoy superó los 23.000 millones de dólares para llegar a un piso de 43.308 millones de dólares.
La implementación de un nuevo control cambiario volvió a generar una brecha entre el dólar oficial que se puede comprar en el banco y las casas de cambio oficiales y aquel dólar accesible en las 'cuevas' alternativas, donde no rigen los límites pero a un precio diferente. Esto da pie a distintas maniobras para lucrar con las diferencias de cotización y hace proliferar el mercado 'blue' o negro de divisas.
"Mucha gente se dolarizó después de las primarias, no solo grandes inversores sino personas de a pie que decidieron cuidar sus ahorros comprando divisa porque esperaban otra devaluación después de las elecciones generales", dijo a Sputnik Marta, dueña de una financiera que ofrece servicios de compra-venta en la zona norte de área metropolitana y con trato preferencial y envío a domicilio, 'delivery', a sus clientes de confianza.
Marta contó que muchos de estos pequeños ahorristas se refugiaron en moneda extranjera estadounidense o europea y ahora, ante el spread o diferencia de valores, venden al mejor postor, que siempre obtiene una tajada sustanciosa como en cualquier mercado no regulado.

¿Cuáles son los tipos de dólar que conviven hoy en Argentina?
- Dólar oficial
Con el objeto de frenar la fuga de capitales y la pérdida de reservas del Banco Central, el Gobierno dispuso el límite mensual por persona de 200 dólares por homebanking y de 100 en efectivo.
Al cierre del 30 de octubre, el dólar oficial se encontraba para la venta minorista al público a 63,50 pesos y el mayorista —usado por los grandes jugadores, en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC)— a 59,75 pesos.
- Dólar blue
El dólar blue (que esquiva el color negro para evitar connotaciones negativas) varía según la 'cueva' y el volumen de la operación.
El 30 de octubre, un día de altibajos, terminó subiendo casi 10% y cerró alrededor de los 67,50 pesos.
- Dólar 'bolsa' o MEP (Mercado Electrónico de Pagos)
Para evitar lo que se conoce como 'bucle' o 'rulo' (compra de un bono extranjero para ser vendido a precio MEP, más caro), el Gobierno estableció a fines de septiembre el parking, que obliga a los inversores a no poder volver a vender los bonos hasta concurridos cinco días hábiles, para evitar las compraventas inmediatas.
Subió a 74 pesos, es decir, una diferencia con la cotización en el MULC de 24%.
- Contado con 'liqui' (CCL)
Es una operación bursátil similar a la anterior con la diferencia de que permite a un inversor o compañía local cambiar pesos argentinos por dólares pero que se depositan y permanecen en bancos del exterior, por lo que es una de las principales fuentes de fuga de capitales.
Tras un desplome inicial de casi 6 pesos, rebotó a 77,37 pesos, a una distancia con el mayorista de 29,5%.