"El Gobierno está haciendo todo lo que le compete para minimizar los daños y haciendo una investigación seria sobre los orígenes", dijo Albuquerque tras la apertura de la conferencia petrolera OTC Brasil, según recoge el diario Folha de Sao Paulo.
El ministro remarcó que el accidente no es culpa de Brasil y subrayó que, por el origen desconocido del vertido, es un caso único en el mundo.
Por el momento, informes de la petrolera semiestatal Petrobras concluyeron que el petróleo es venezolano, pero todavía se desconoce de dónde proviene.
Las acciones del Gobierno para abordar el vertido han sido objeto de críticas, por la demora en actuar y por la falta de equipamientos adecuados para la limpieza de las playas, que están exponiendo a los trabajadores y voluntarios a riesgos para su salud.
Según el último recuento del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), actualizado el 29 de octubre, de momento ya son 268 las playas afectadas, en 94 municipios de los nueve estados que componen la región noreste de Brasil.