"Observamos que los atavismos y epítetos raciales y discriminatorios solo estaban adormecidos para nuevamente resurgir con renovados bríos en el contexto de las elecciones del 20 de octubre", dijo a Sputnik Gutiérrez, quien dirige el Comité Nacional de Lucha Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación.
Hizo la declaración después de anunciar que ese comité, integrado por representantes del Gobierno y de entidades de la sociedad civil, denunciará ante organismos internacionales varios hechos de discriminación observados durante las manifestaciones opositoras contra la reelección del presidente Evo Morales.
La inclusión de las históricamente relegadas mayorías indígenas y campesinas a la vida política nacional fue uno de los avances del Gobierno de Evo Morales, primer presidente indígena de Bolivia y en el poder desde 2006.
Esos avances fueron reconocidos en la nueva Constitución nacional, que cambió la antigua república por un Estado Plurinacional, y una ley específica contra el racismo y la discriminación vigente desde 2010.
"La ley contra el racismo no reconoce inmunidad para nadie, para ningún ciudadano, y en este marco vamos a preparar una denuncia contra quienes cometieron actos discriminatorios durante las protestas", aseguró Gutiérrez.
"Las actitudes discriminatorias evidencian que quienes las practican viven en la Bolivia excluyente, colonial, clasista y monocultural", señaló el documento en referencia, especialmente, a brotes de violencia en Santa Cruz (este) contra inmigrantes pobres del occidente reportados por medios nacionales.