"Carlos Mesa pierde y no reconoce su derrota, y más bien lo que hace es propiciar la violencia, rechazar lo que ha propuesto la OEA (Organización de Estados Americanos), que se haga una auditoria. Ahora apuesta por la confrontación y la violencia", dijo García en conferencia de prensa.
Según el cómputo oficial de las elecciones del 20 de octubre, el Movimiento Al Socialismo (MAS) de Evo Morales ganó con 47,08% de los votos válidos y una diferencia de 10,5 puntos sobre Mesa, con lo cual el presidente obtuvo la reelección en primera vuelta, quedando descartada una segunda ronda.
García destacó que la victoria de Morales el 20 de octubre, y de él mismo como candidato a la reelección vicepresidencial, se forjó con triunfos del MAS en 289 de los 342 municipios del país y se consolidó con mayoría absoluta en las dos cámaras de la Asamblea Legislativa Plurinacional (parlamento).
"Debemos lamentar la actitud del mal perdedor, de los malos perdedores, de quienes han sido derrotados en las urnas y que ahora, lo que no han podido obtener por la puerta ancha quieren hacerlo por la ventana", dijo el vicepresidente.
En cambio el Gobierno, destacó, ha pedido la auditoría a la OEA y espera que ésta se inicie tan pronto como sea posible.
El vicepresidente afirmó también que los bloqueos y los paros opositores en cinco ciudades estaban causando "sufrimiento" especialmente en las clases populares y en los trabajadores por cuenta propia, que según dijo representan el 60% de la fuerza laboral de Bolivia.
Ante ello, llamó a los afectados por los bloqueos urbanos a "que por favor resistan, que se organicen, que no se dejen amedrentar, que no se dejen imponer por un grupo de personas que desconoce la democracia".
Sobre los bloqueos campesinos que se iniciaron el 28 de octubre en respaldo de la administración, el vicepresidente apuntó que las amenazas de privar de alimentos a las ciudades fueron hechas por los dirigentes sindicales y no por el Gobierno, como publicaron algunos medios.