En total 33.841.837 personas, en una población de 44,9 millones de habitantes, fueron llamadas a emitir su sufragio en todo el país para elegir a su próximo presidente y para renovar de manera parcial las dos Cámaras del Congreso.
Tras la derrota por más de 15 puntos de diferencia que obtuvo en los comicios de hace dos meses, el actual presidente visitó 30 ciudades en el marco de su campaña "Sí se puede" con la esperanza de movilizar el voto entre aquellos que no acudieron a sufragar por entonces para acortar la distancia con su principal rival.
Macri arrastra un desgaste por cuatro años de gestión que deterioraron la situación económica y social del país debido a la recesión y al ajuste que implicó la firma de un crédito por 56.300 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero el mandatario reclama no obstante el voto para la alianza oficialista Juntos por el Cambio, que completa como candidato a vice el senador peronista Miguel Ángel Pichetto.
En un clima polarizado que concentra el voto en ambos postulantes, el resto de los candidatos no tiene casi posibilidades de llegar a una eventual segunda vuelta.
Esperanzas y realidad
Cuando asumió hace cuatro años, Macri pidió ser evaluado por su capacidad para reducir la pobreza.
La indigencia también creció de 4,9% al 7,7% entre el primer trimestre de 2018 y el mismo período de 2019, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
El resto de los indicadores económicos ensombrecen la posibilidad de que Mauricio Macri sea reelecto, pues la inflación llega al 53,5% interanual, la continua depreciación del peso argentino licúa las reservas del Banco Central, y el peso de la deuda externa compromete las políticas públicas que pueda llevar adelante la próxima gestión.
Con promesas abstractas y un envión de entusiasmo "para dar la vuelta la elección", el mandatario se puso sobre los hombros una intensa campaña que lo llevó a movilizar en los últimos días a centenares de miles de personas en la ciudad de Buenos Aires y en la de Córdoba (centro), las dos grandes urbes del país.
El dirigente peronista recorrió el país durante las últimas semanas para afianzar su relación con buena parte de los gobernadores de Argentina y garantizar su victoria en estas elecciones generales, que se da por descontada.
Durante los actos proselitistas que protagonizó, Fernández se comprometió a erradicar el hambre en toda la nación y aseguró que sus promesas constituyen un contrato moral y ético con la ciudadanía con cuyo apoyo "vamos a poner a la Argentina de pie".
Jornada electoral
En estas elecciones también se renovarán la mitad de los escaños de la Cámara de Diputados, 130, y además ocho provincias elegirán a sus próximos tres representantes en el Senado, de modo que renovarán un tercio de los asientos de esta cámara (24).
La Dirección Nacional Electoral (DINE), bajo la órbita del Ministerio del Interior, es responsable del conteo provisorio que se realiza en la misma jornada de las elecciones, mientras que la justicia electoral se encarga del escrutinio definitivo, que es el legal y es realizado a través de las actas 48 horas después de finalizada la votación.
Si no se cumplen estos requisitos, Argentina volverá a las urnas para elegir a su presidente entre los dos candidatos más votados en una segunda vuelta que se celebrará el próximo 24 de noviembre.
El próximo presidente asumirá su cargo el 10 de diciembre, cuando también tomarán posesión de su escaño por cuatro años las nuevas autoridades del Congreso.