Los acuerdos están "en los intereses de los propios europeos porque la frontera se protege de la infiltración de los elementos terroristas, se garantiza la seguridad de la República de Turquía y, de esta manera, impedimos flujos de refugiados que podrían ir a Europa", comentó Peskov.
Indicó que Rusia y Turquía reafirmaron el objetivo principal, el de "preservar la integridad territorial de Siria".
Hablando del trabajo sobre el memorando apuntó que las negociaciones eran difíciles y recordó que Turquía persigue sus propios intereses.
Rusia, por su parte, partía de que el acuerdo fuese adecuado también para Damasco, añadió Peskov.
Al comentar los intentos del presidente estadounidense, Donald Trump, de atribuirse los éxitos en la solución de la crisis siria, citó al 35 presidente de EEUU, John Kennedy: "El éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano".
Turquía comenzó el 9 de octubre la operación Fuente de Paz en el norte de Siria con el argumento de alejar a las milicias kurdas de su frontera y delimitar una "zona segura" para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen en su territorio.
Una semana después, Ankara acordó con Washington suspender la operación a condición de que las fuerzas kurdosirias fueran retiradas de la zona de seguridad.
Además se estableció que las fuerzas de Rusia y Siria facilitarán el traslado de las facciones kurdas a una distancia de 30 kilómetros en un plazo de 150 horas a contar desde el mediodía del 23 de octubre, momento en el que dio comienzo el patrullaje ruso-turco a 10 kilómetros de la frontera tanto en dirección este como oeste del área de la operación militar turca, aunque excluyendo la ciudad de Qamishli.
Según el canciller de Turquía, la operación turca en Siria está suspendida pero no concluida y puede reanudarse en caso necesario.