"Invitamos a la presidenta del Consejo Permanente para que usted junto a un equipo técnico pueda viajar a Bolivia y revisar una a una las actas de votación junto al Tribunal Supremo Electoral (TSE)", dijo Pary en una sesión extraordinaria del órgano, celebrada para dar respuesta a denuncias de presuntas irregularidades.
El canciller sostuvo que la invitación será extendida formalmente por escrito este viernes 25.
El ministro sostuvo asimismo que "invitamos a todas las misiones" a sumarse a esa verificación, entre las que incluyó a la Misión de Observación Electoral de la OEA, de la Unión Europea y de otros organismos.
El escrutinio oficial del Tribunal Supremo Electoral, con 99,51% de las actas computadas, otorgaba al presidente Evo Morales 47,03% de los votos, frente a 36,55% para el postulante opositor Carlos Mesa, lo que representa una diferencia de 10,48 puntos porcentuales entre los dos, que asegura al mandatario el triunfo en primera vuelta.
"El Gobierno de Morales respetará los resultados que se emitan por el TSE, pero queremos ser claros, defenderemos con la misma convicción el voto de los diferentes sectores, todos tienen el mismo valor, ninguno puede ser excluido por distancia o por ser de la zona rural, ningún voto puede ser excluido o eliminado, los indígenas o campesinos somos tan bolivianos como quienes viven en las ciudades", dijo Pary.
Las denuncias de presunto fraude en las elecciones generales en Bolivia no están respaldadas por ninguna prueba, dijo Diego Pary.

¿Cuál es el propósito de destruir las actas e impedir que se complete el cómputo?", cuestionó.
Pary agregó que "solo hay afirmaciones de fraude del candidato de Comunidad Ciudadana para generar conmoción, violencia, en un intento estéril".
El ministro aseguró que el Gobierno de Morales respetará el resultado oficial cualquiera sea.
La Constitución boliviana exige que, en caso de no lograr mayoría absoluta, el primer candidato presidencial obtenga al menos 40% de los votos válidos, con una diferencia mínima de diez puntos sobre su principal rival, para ser declarado ganador de los comicios.
Morales, por su parte, reiteró el miércoles su proclama anticipada de victoria, denunciando a la vez que las movilizaciones contra el cómputo serían parte de un golpe de Estado de la derecha.
El avance del escrutinio, en el que Morales mantuvo una firme tendencia ascendente en los dos últimos días, había resultado obstaculizado desde la noche del martes 22 por la destrucción de dos oficinas electorales regionales durante las protestas opositoras.