La decisión fue tomada el marco de los trabajos de la reunión 207 del consejo ejecutivo de la Unesco, que sesiona actualmente en París, Francia, previa a la Conferencia General que se realizará en esa ciudad del 12 al 27 de noviembre de 2019
Esta resolución es parte de la estrategia del Estado mexicano para "poner un freno a los actos de violencia cometidos sobre la base de la discriminación racial y los discursos de odio que llegan a constituir crímenes de odio racial".
El origen del proyecto fue el ataque perpetrado el 3 de agosto pasado en El Paso, Texas, sur de EEUU, dirigido especialmente en contra de mexicanos en esa ciudad cercana a la frontera común.
La iniciativa se inscribe, además "en el espíritu de la Estrategia y el Plan de Acción de la ONU sobre el Discurso de Odio", presentados por el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, el 18 de junio de 2019.
Asimismo "socavan la cohesión social, erosionan los valores compartidos, incitan a la violencia, afectan la estabilidad social y ponen en riesgo la paz, el desarrollo sostenible y el régimen de derechos humanos".
El Gobierno de México considera que la Unesco es una de las organizaciones mejor posicionadas para promover el espíritu de coexistencia y el diálogo entre culturas y civilizaciones, ya que "tiene el mandato y la capacidad para impulsar la construcción de la paz desde la humanización".
Al fomentar el uso de la educación como herramienta preventiva para "crear conciencia y generar un sentimiento, propósito y bien comunes, se erigen los baluartes de la paz en la mente de las mujeres y los hombres".
El supuesto autor del ataque, Patrick Crusius, recorrió unos 1.000 kilómetros, desde Dallas hasta El Paso, para contener a balazos lo que calificó como una "invasión hispana", según un manifiesto publicado en Internet.
El 83% de la población de El Paso es de origen hispano, sobre todo mexicano.