"El sector manufacturero, principalmente el textil, con toda su cadena de valor, calzados, marroquinería, pero también otros sectores importantes de nuestra economía doméstica y del Estado fueron los más perjudicados durante estos cuatro años", señaló a Sputnik Eduardo Fernández, presidente de Apyme, la cámara que nuclea a las pequeñas y medianas empresas de Argentina (pymes).
Hay empresas que trabajan solo tres días a la semana, otras adelantaron las vacaciones de sus empleados y en la mayoría persiste la subutilización de la capacidad instalada, que en términos generales, y según estadísticas oficiales, es del 60,5%, aunque con un derrumbe crónico de casi tres dígitos por mes.
La caída de la producción también puede verse en la balanza comercial, que registra un superávit de 1.168 millones de dólares, entre otras cosas, por la caída de las importaciones de vehículos terrestres, calderas, máquinas, aparatos y artefactos mecánicos.
Si bien no hay información oficial serían unas 50 las pymes que cierran sus puertas cada día, según Fernández; el periódico Página/12, por su parte, publicó que de las 15.424 empresas que cerraron durante el actual Gobierno, 2.139 cayeron en 2016; 1.812 lo hicieron en 2017; 3.955 cerraron en 2018, y 7.518 quedaron en el camino en el transcurso de este año.
"Las devaluaciones e inestabilidad con respecto a políticas cambiarias y financieras, junto con la disminución de la demanda y el ingreso de mercadería del exterior ha significado que este combo de situación que ya describíamos en el año 2018 era difícil y este año aceleró el proceso de cierre de pymes sin distinguir rubro", dijo el presidente de Apyme, la cámara que nuclea al 95% de los establecimientos de Argentina, responsables del 70% del empleo.
La industria manufacturera y el comercio representan el 10,8 y el 17,2% del total de desempleados, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Estatales
La desocupación, en torno al 10,6%, también la sienten los funcionarios del Estado, quienes según sus propios cálculos, perdieron cerca de 35.000 puestos de trabajo.
Sin embargo, Hugo "Cachorro" Godoy, del sindicato Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), cree que el fin de achicar el Estado —como se dice comúnmente— no fue alcanzado.
"Echaron 35.000, contando jubilaciones obligadas, que cobraban 10.000 pesos [170 dólares] y nombraron otras 10.000 personas que cobran 100.000 pesos [1.700 dólares]", dijo.
"El presupuesto nacional contempla 24 rubros; 19 de esos rubros sumados no alcanzan a cubrir el total de lo que un rubro, el pago de deuda, impacta en el presupuesto nacional, o sea que pudo haber cambiado la composición del gasto, pero no hubo un avance en el déficit general", afirma.
Periodistas
"Los trabajadores y trabajadoras de prensa hemos sufrido más de 3.500 puestos de trabajo perdidos no solamente con despidos directos sino también con retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas y distintas maniobras patronales para aplicar el ajuste", dijo Fernando "Tato" Dondero, secretario general del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba).
Un relevamiento de Sipreba entre más de 300 periodistas develó que el 94% de ellos cobran por debajo de la línea de pobreza de 31.908,33 pesos (547 dólares) establecida por la canasta básica; un 62% del total de las y los consultados declararon facturar menos de 10.000 pesos mensuales y un 17% entre 10.000 y 14.000 pesos al mes.
Construcción
La construcción acumula un año entero de números negativos, según los últimos datos oficiales de julio de 2019, y el congelamiento de las obras también se ve en el desempleo que, según datos de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), impactó en 60.000 puestos menos sobre un total de 430.000 desde abril del año pasado a la fecha, justo antes de que el estado argentino, principal creador de empleo en el rubro, firmara el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Campesinos
Otra protesta contra el Gobierno de Macri recordada por los argentinos son los "verdurazos" de Plaza de Mayo, en la que las familias campesinas regalaban parte de la producción buscando visibilizar su problemática.
La devaluación también afectó porque los insumos se fijan por el valor del dólar, pero sobre todo porque eso produjo un achicamiento del mercado y una marcada disminución del consumo.
Además, el Gobierno argentino cerró la oficina de agricultura familiar y canceló el monotributo a costo cero que formalizaba al sector y brindaba cobertura de salud y jubilación.