El presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, firmaron el documento sobre Siria al término de sus maratonianas negociaciones. Sus provisiones incluyen el despliegue de las fuerzas ruso-sirias en territorios que previamente habían sido controlados por el Partido de la Unión Democrática y EEUU y el desarme de las milicias kurdas.
"Se puede decir que el memorando turco-ruso sobre Siria puso punto final a los intentos de EEUU de implementar el proyecto de creación de un 'Gran Kurdistán'", aseveró.
Según el experto, este acuerdo no solo contribuirá a la retirada completa del contingente militar de EEUU de Siria. También sentará las bases para que ambos países puedan resistir conjuntamente las actividades subversivas de Washington en Irak.
La política de Washington ha sufrido un fracaso en la región. Con este acuerdo, Rusia reconoció que Turquía es el jugador influyente en Siria, opina Ceyhun Bozkurt, el redactor en jefe de la revista Yorunge y del portal de noticias SuperHaber.
"Anteriormente EEUU controló el noreste de Siria. Ahora estos territorios pasan a ser controlados por Turquía y Rusia. Washington perdió y sus planes relacionados con la creación del Estado kurdo acabaron irrevocablemente en el basural de la historia", concluyó.