"El mando unificado aclara que las tropas estadounidenses retiradas de Siria, recibieron permiso para entrar en el Kurdistán iraquí solo para su posterior salida de Irak", señalaron las fuerzas de seguridad de Irak en un comunicado al que Sputnik tuvo acceso.
El 13 de octubre, el jefe del Pentágono, Mark Esper, anunció la retirada de unos 1.000 soldados estadounidenses del norte de Siria y su traslado a Irak.
Los militares estadounidenses ya se han retirado de la mayoría de sus bases en las gobernaciones sirias de Alepo, Al Hasaka y Al Raqa, una invasión que comenzó en 2014 con el pretexto de la lucha contra el grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia).
La retirada estadounidense se produce después de que el Ejército turco iniciara el 9 de octubre una operación contra las milicias kurdas que operan en el noreste sirio y que durante los últimos años eran aliadas de los norteamericanos.
El Gobierno sirio siempre ha condenado la presencia militar estadounidense en el país calificándola de ilegítima.