"El Gobierno no tiene espacio político para llevar adelante ninguna reforma del FMI porque nuevamente significaría movilizaciones sociales; por tanto, es un Gobierno extraordinariamente débil, no puede llevar ningún tipo de política social porque el FMI y las cámaras empresariales reclamarían; tampoco puede ir hacia la derecha porque los indígenas volverían a las calles, está sin margen de maniobra", dijo a Sputnik el especialista ecuatoriano, profesor de la Pontificia Universidad Católica de ese país.
El 1 de octubre, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció una serie de medidas económicas que generaron profundo rechazo en varios sectores de la sociedad.
Las medidas más resistidas fueron la eliminación de subsidios por 1.300 millones de dólares al combustible y reformas laborales que afectan a los empleados públicos.
En la noche del 13 de octubre, y tras más de diez días de movilizaciones, que dejaron al menos ocho muertos, y cientos de heridos y detenidos, los movimientos indígenas y el Gobierno llegaron a un acuerdo que puso fin a las protestas que mantenían convulsionado al país.
El economista, catedrático de la Universidad Central, quien tiene además estudios de posgrado en Bélgica y Francia, dijo que es "plausible" que Moreno termine renunciando ante todas estas presiones; sin embargo, consideró que el Gobierno seguiría siendo débil porque el vicepresidente, quien asumiría como mandatario, tendría las mismas presiones.
Asimismo, afirmó que Ecuador necesita "nuevas soluciones" para que exista un "nuevo Gobierno" que tenga legitimidad.
Movimiento indígena
El movimiento indígena, que fue el grupo que mayor preponderancia tuvo en las movilizaciones, representa a una cantidad de organizaciones sociales que han resistido al neoliberalismo desde los años 80, explicó Dávalos.
"Yo creo que en las próximas elecciones el movimiento indígena va a conformar una coalición de partidos que vayan de centroizquierda a la izquierda para tener su propia representación política y así disputar la Presidencia de la República y el control de la Asamblea", opinó Dávalos.
El economista sostuvo que las posibilidades de que los indígenas acuerden con el expresidente Rafael Correa (2007-2017) son "bajas", porque durante su Gobierno "persiguió" a varios dirigentes de los pueblos originarios.
"El problema es que el Gobierno de Correa persiguió a los dirigentes indígenas y hasta el día de hoy hay más de 200 dirigentes con acusación de terroristas; Correa intentó destruir a la Conaie. Tal como están las cosas, los indígenas podrían generar una opción nueva en el sistema político, en este momento tienen la legitimidad y apoyo social como para llevar adelante un partido, serían un gran rival para el correísmo", expresó Dávalos.
Además, afirmó que el partido de Correa, denominado Revolución Ciudadana (izquierda), se "acabó".
La decisión del Ejecutivo de retirar el subsidio a los combustibles, adoptada el 1 de octubre, desató una ola de protestas en todo el país, con mayor intensidad en su capital, en donde se vieron actos violentos y saqueos; también acciones como la quema de oficinas de la Contraloría General de la Nación, y el ataque a medios de comunicación.
El movimiento indígena fue el grupo más importante de los que impulsaron las manifestaciones.
Según datos de la Defensoría del Pueblo, entre el 3 y el 13 de octubre, ocho personas murieron, 1.340 resultaron heridas y 1.192 detenidas, en el marco de las movilizaciones.
También fueron heridos 94 policías, de acuerdo a la organización.
Sin embargo, el presidente de la Conaie dijo el 13 de octubre que hubo diez muertos, unos mil apresados y más de cien desaparecidos.