"El actual problema que acaba de soportar Ecuador es el choque de varias agendas", explica Francisco Herrera Arauz, director general del periódico Ecuadorinmediato.com. Esas agendas son tres: la económica, la política y la social. Todas se han movido con fuerza en estos días de un conflicto que se hizo crisis y puso a las cámaras del mundo a enfocarse sobre el país.
Ese acuerdo es producto de una orientación que construyó el Gobierno del presidente, Lenin Moreno, en sus dos años. Se trata de un punto de llegada que, según Herrera Arauz, fue creada artificialmente: "Todo da a entender que fue una crisis inventada por el Gobierno, porque este tipo de medidas se adoptan cuando hay un shock, pero no lo hay".
El argumento del Gobierno fue que las medidas tomadas desde el inicio se debieron a la crisis que habría heredado. "Con ese discurso el Gobierno se ha justificado en ir beneficiando a los sectores empresariales, cambiando su plan inicial de gobierno para transformarlo en un plan pro empresarial y cambiar lo que ellos dicen el modelo de desarrollo".
La agenda del Gobierno respondió a la del del sector empresarial, económico y financiero, "que siempre trató de cambiar el modelo de los subsidios para trasladarlo directamente a su beneficio", observa Herrera Arauz. Una serie de medidas de Moreno, como retiro de impuestos, perdones y remisión de deudas por 4.500 millones de dólares, fue una respuesta a las demandas empresariales.
Ficción de crisis y un endeudamiento que "rebasó los 10.000 millones de dólares" que van, explica, "para mantener un Estado, es decir que se utiliza en gasto corriente lo que se debería utilizar en inversión social".
Ese cuadro económico fue conducido desde la Presidencia por Moreno, por el sector empresarial, los medios de comunicación "que dejan de informar a la gente y establecen un cerco mediático", y por quienes se tomaron el Gobierno sin haber ganado las elecciones.
La crisis política
Lenin Moreno "está gobernando con quienes no ganaron las elecciones, no tenían ese plan de gobierno y no se comprometieron a esto, y nadie sabe por qué el presidente actúa en favor de ellos", afirma Herrera.
Entre ellos, por ejemplo, el director de Ecuadorinmediato.com nombra a los grupos de la derecha política, con hombres como el exalcalde Guayaquil Jaime Nebot y el excandidato a presidente Guillermo Lazo, "un grupo que se queda de Alianza País, sectores de izquierda como los sindicales, que fueron anti-correista y anti-Lenin, pero ahora están con él".
Alianza País es el partido que fue creado durante los años de la Presidencia de Rafael Correa, del cual provenía Lenin Moreno, quien fue vicepresidente de Correa y embajador ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) como enviado especial para las personas con discapacidad.
"Lenin se pelea con Correa, con el 'correísmo', divide, acepta el fraccionamiento y comienza a perseguir a sus ex compañeros, que es lo detestable", opina Herrera Arauz.
La razón sería, según el Gobierno, que el sector liderado por Rafael Correa es considerado responsable de los actos de violencia cometidos durante los días de protesta. "El Gobierno está buscando justificativos, desde hace un tiempo viene diciendo que le quieren darle un golpe de Estado, es un cobro de venganza para tratar de justificar su derrota", argumenta Herrera Arauz.
Para el comunicador, esta persecución se ha dado en un contexto donde "la justicia está siendo manipulada, se nota que está siendo falsificada con escándalo tras escándalo con procesos en los cuales a la gente no le aclaran nunca por qué enjuician a tal persona, pero la enjuician y se acabó".
La manipulación se dio con procesos donde, analiza Herrera Arauz, "se tomaron las cortes constitucionales, de Justicia, repartiéndose los cargos como la Fiscalía, lo que atropelló en forma severa leyes y procesos constitucionales". La combinación de persecución y venganza política con una Justicia falsificada —clave para esa misma persecución— conformó un cuadro que se aceleró en estos días.
La crisis social
"La sociedad en estos dos años viene sufriendo una situación de crisis muy seria, pero en silencio, soporta el despido de cerca de 25.000 empleados públicos, hay un alto grado de desempleo", analiza el director de Ecuadorinmediato.com.
Estalló, el Gobierno no pareció preverlo, así como tampoco anticipó por dónde estallaría: el movimiento indígena organizado centralmente en la Coordinadora de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE).
No lo esperaba porque, como explica Herrera Arauz, "fueron aliados del Gobierno de Moreno al principio, logró sentarlos y conversar con ellos".
El sector indígena no fue el único en las calles en un movimiento que comenzó con el paro de los transportistas. Pero la CONAIE fue quien "supo canalizar la protesta que se había callado", resalta Herrera. El movimiento indígena despertó una gran solidaridad, recibieron apoyo en las poblaciones a medida que fueron llegando y entrando a Quito, y, una vez en la capital, los centros de acopio se llenaron de víveres, de cobijas.
El estallido, como lo nombra Herrera Arauz, fue de varios sectores sociales con dirección del movimiento indígena, donde, en su interior, ha habido transformaciones: "hay una base distinta, renovada y está muy fuerte, es una nueva tendencia que son los que ahora captan, son liderazgos desconocidos, como Leónidas Iza que aparece en el paro, nunca ha estado invitado por un medio, pero conduce las fuerzas de movilización, es el liderazgo en el terreno".
El movimiento indígena no planteó reivindicaciones sectoriales sino generales: "salieron a enfrentar al Gobierno por una medida para beneficiar a toda la población".
Balance de victorias y derrotas
La CONAIE había puesto como objetivo central derogar el decreto 883, el que quitó el subsidio estatal a la gasolina. Eso fue parcialmente logrado: la derogación sucedió, pero habrá que ver qué nuevo decreto lo remplazará, para lo cual una comisión del gobierno y del movimiento indígena se encuentra reunida.
Ese fortalecimiento de la CONAIE tendrá a su vez un intento de traducción política: su presidente, Jaime Vargas, anunció este martes que conformarán un partido político.
Quienes han salido fuertemente golpeados han sido los dirigentes de Revolución Ciudadana que se han encontrado en una posición de mayor acorralamiento producto de la persecución. La propuesta de Rafael Correa de que la Asamblea Nacional o el presidente convoque elecciones generales anticipadas, como establece la Constitución en caso de "conmoción interna", no ha logrado abrirse espacio.
Rafael Correa a Sputnik: "Lenín Moreno está acabado, es un títere de los grupos de poder" - Sputnik Mundo https://t.co/eUVWljh5VN
— Rafael Correa (@MashiRafael) October 10, 2019
Herrera Arauz resalta, sin embargo, un punto central: "Correa mantiene un 30% de apoyo, tiene una amplia simpatía en la población que no está afiliada al partido, sino que está cerca de Correa; independientemente o no de que tenga movimiento político tiene seguidores en tal grado que en este momento es un gran decisor electoral".
En cuanto al bloque en el poder, el análisis de Herrera Arauz es que ha salido golpeado: "las cuatro patas con que se sostenía el Gobierno, el sector empresarial, el político, la fuerza pública y los medios de comunicación, los cuatro salen afectados, son perdedores de todo esto, es una derrota en proceso de negociación".
Moreno cuenta con un 87% de desaprobación. "Me pregunto cómo va a gobernar a partir de hoy", reflexiona el director de Ecuadorinmediato.com. Haber derogado el decreto 883 le ha costado diferencias con el bloque empresarial. ¿Podrá revertir la situación? El choque de agendas sigue en proceso de desarrollo.