En una reunión con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y los ministros turcos que Stoltenberg mantuvo la semana pasada en Estambul, el secretario general de la OTAN compartió su "profunda preocupación por la operación que continúa en Siria y los riesgos de desestabilización en la región, de escalada de tensiones y del aumento del sufrimiento humano", según su discurso en la 65 sesión de la Alianza Atlántica en Londres.
Stoltenberg expresó su esperanza de que Turquía "actúe con moderación y coordinación con otros aliados para que podamos preservar los avances logrados en la lucha contra nuestro enemigo común, ISIS*".
Estados Unidos, el principal aliado de las milicias kurdas en Siria, rehusó apoyar la intervención de Turquía y retiró sus fuerzas de la zona de hostilidades.
Decenas de países condenaron también la ofensiva turca en Siria al tacharla de "agresión" que viola la soberanía e integridad territorial de Siria.
* autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países