Aunque la investigación realizada por el ente repite la hipótesis antigua de que Rusia podría representar una amenaza para la OTAN, los autores destacan claramente que la misión fundamental de la Armada de Rusia no ha cambiado desde la década de los 60. Sus fuerzas se diseñaron para prevenir a la OTAN de usar el mar como espacio para sus maniobras militares.
Hoy en día las armas rusas han mejorado considerablemente. Por ello, Rusia ya no necesita buques de transporte marítimo para detener refuerzos de la OTAN que llegan a Europa cruzando el Atlántico.
"Tras ser lanzados desde las plataformas ubicadas en los mares de Noruega y Barents, sus misiles de crucero de largo alcance pueden atacar la infraestructura portuaria vital, situada en Bélgica, Países Bajos y Alemania", dice el estudio.
Los autores de la investigación destacan que gracias a su largo alcance los misiles de crucero Kalibr ofrecen a la Armada rusa capacidades que "nunca ha tenido antes".
En particular, los analistas del ente destacan que un solo submarino del proyecto 885 Yasen sea probablemente capaz de paralizar la ciudad alemana Bremerhaven que sirve de principal puerto de desembarque de EEUU en Europa. Es fácil inhabilitarla porque el acceso a su puerto está asegurado por dos exclusas. Además, el ferrocarril que llega al puerto pasa por dos puentes ferroviarios. Una vez destruidos estos objetivos el puerto podrá verse inoperable para las necesidades de EEUU.
A comienzos de 2019 el presidente ruso, Vladímir Putin, reiteró que Rusia no amenaza a nadie y que todas sus actividades militares realizadas en el ámbito de la seguridad son de carácter defensivo y representan una respuesta a EEUU, miembro clave de la OTAN. Putin constató que en los últimos años Washington había aplicado una política hacia Rusia que no podía calificarse de amistosa.
"Los intereses legítimos de Rusia se ignoran, se organizan constantemente acciones antirrusas, se aplican cada vez más sanciones que pueden considerarse ilegales desde el punto de vista del derecho internacional, se desmantela unilateralmente la base legal de la seguridad internacional que ha estado construyéndose durante las últimas décadas", lamentó.