Previamente el 11 de octubre el Ministerio de Exteriores de Irán comunicó que el buque cisterna iraní Sabiti fue atacado en el mar Rojo, lo que provocó un derrame de petróleo.
Al mismo tiempo, advirtió que es posible que en futuro los compradores "busquen lugares más alejados de la región del conflicto para adquirir petróleo".
Al Azani comentó que tanto los recientes ataques contra las refinerías saudíes como el incidente con el barco iraní ocurrieron en el contexto de los acontecimientos geopolíticos en la región, y auguró que habrá otros sucesos similares en futuro.
En su opinión, si continúan los ataques contra las infraestructuras petroleras en la región, la comunidad internacional deberá tomar las medidas necesarias para atajarlos.
Según la información preliminar, el incidente no dejó heridos ni causó incendio a bordo, pero sí dañó dos tanques provocando el derrame de combustible al mar.
Más tarde se informó que el barco se encuentra en condición estable y que se detuvo la fuga de hidrocarburos.
El pasado 14 de septiembre, las refinerías de Saudi Aramco en el este de Arabia Saudí fueron objeto de un ataque con drones y misiles, reivindicado por las milicias yemeníes de los hutíes.
Sin embargo, Estados Unidos y Arabia Saudí sostienen que detrás del incidente está Irán, que rechaza en términos categóricos su implicación.