"Para mí es un honor, porque mi padre no era de esos hombres que se iban a morir en una cama de un infarto, y murió al lado del hombre más grande que ha dado este continente (Che Guevara), al pie suyo, a su lado hasta el último momento, y eso significa muchísimo", comentó a Sputnik la hija del guerrillero cubano.
El 8 de octubre de 1967, un grupo de guerrilleros comandados por el argentino-cubano Che Guevara, es perseguido por fuerzas del ejército boliviano y oficiales de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EEUU, en la zona de la Quebrada del Yuro.
Por órdenes del Che, el grupo de combatientes se dividió en dos para tratar de desvirtuar la persecución, y Olo Pantoja participó en el intento de retener a los militares, pero cayó en combate junto a otros compañeros de la guerrilla, mientras que Guevara resultó herido, capturado, y trasladado a la escuelita de la Higuera, donde posteriormente fue ejecutado.
Para Sarezka, su padre "fue un hombre de una sola pieza, murió por lo que creyó y eso para mí es la mejor virtud, morir por lo que se cree, sea lo que sea, y dar su vida por eso".
"Fue un excelente padre, un hombre bueno, que me quiso muchísimo, a veces le digo a la gente que me quiso tanto que todavía me dura el cariño", rememora la hija del guerrillero cubano 52 años después de su muerte.
"Lo extraño mucho —enfatiza Sarezka—, trato siempre de alcanzar sus mayores virtudes, de tenerlo presente, aunque cada vez los recuerdos se me borran más, a veces recuerdo cosas pero pierdo la nitidez, su cara se me desdibuja y eso me entristece un poco, pero me dejó una cosa muy grande que es el amor enorme de un padre por una hija".
Durante la charla con Sputnik, Sarezka repasó pasajes de su infancia —tenía apenas 5 años de edad cuando su padre cayó en combate en Bolivia—, y revivió recuerdos de los que nunca se desprende.
"Perdí a mi padre, nunca aprendí a montar bicicleta porque mi papá no me enseñó, y no aprendí muchas cosas que los papás enseñan a sus hijos, pero cuando lo miras desde otro punto de vista, él es para mí un orgullo enorme por tener un padre que fue un héroe, y eso no tiene comparación", comentó.
Miembro activo de los grupos clandestinos del Movimiento 26 de Julio, Olo se incorporó a la lucha guerrillera en Cuba en 1957, con apenas 24 años, bajo las órdenes del comandante Ernesto Che Guevara, quien por su valentía y arrojo lo asciende al grado de capitán.
Después del triunfo de la Revolución en 1959, Olo se desempeña como jefe del Regimiento Leoncio Vidal, en la antigua provincia de Las Villas (centro), en 1963 es designado como jefe del Departamento de Vigilancia de Puertos, Aeropuertos y Costas, y en octubre de ese mismo año, es uno de los fundadores de las Tropas Guardafronteras.
En diciembre de 1966, por solicitud propia y junto a otros combatientes cubanos, se unió a la guerrilla del Che Guevara en Bolivia, bajo el seudónimo de Antonio, hasta que murió en combate el 8 de octubre de 1967.