Aproximadamente una quinta parte de los pollos y cerdos se crían en lugares del mundo en los que se han encontrado puntos calientes de resistencia de bacterias a los antibióticos.
Los animales de granja de la India y el noreste de China se están volviendo más resistentes a los medicamentos antimicrobianos comunes, pero también los de Kenia, Uruguay y Brasil.
La producción de carne ha aumentado considerablemente en estas regiones desde 2000, impulsada por prácticas agrícolas más intensivas, incluido el uso de antibióticos en los animales para fomentar el crecimiento y prevenir infecciones, se explica en el estudio.
La OMS "recomienda firmemente una reducción general del uso de todas las clases de antibióticos" en los animales destinados a la producción de alimentos. Los expertos aseguran que sólo se debería administrar antibióticos a animales sanos para prevenir una enfermedad si esta ha sido diagnosticada en otros animales de la misma cabaña o población de peces.
Van Boeckel exhortó a los gobiernos a tomar medidas contra la creciente amenaza y a coordinar sus esfuerzos a escala mundial. El científico considera que los países de altos ingresos, donde se han usado antibióticos desde la década de 1950, deberían subsidiar prácticas agrícolas más seguras en partes del mundo donde la resistencia está aumentando.
"Somos en gran medida responsables de este problema global que hemos creado", dijo a la revista. "Si queremos ayudarnos a nosotros mismos, debemos ayudar a los demás", agregó.