"Tenemos a la fecha 203 femicidios que se suman a lo que venimos relevando en lo que va de año, y tenemos además 35 casos en investigación todavía", dijo a Sputnik la coordinadora federal de esta organización, Sylvia Ferreyra.

El horror que generaron estos casos fue tal que las comunidades donde vivían algunas de las víctimas se movilizaron para expresar su repudio.
Así sucedió en Chascomús, en la provincia de Buenos Aires, cuando esta localidad se inquietó por la desaparición de Navila Garay, una adolescente de 15 años que fue hallada asesinada de 17 mazazos.
El autor es un primo lejano de la madre, Néstor Garay, de 56 años, que fue quien le indicó a una vecina que había enterrado "el perro ahí", en su propiedad.
Lo mismo ocurrió con el caso de Cecilia Burgadt, una enfermera de un hospital público de 42 años de edad que fue asesinada a golpes por su expareja.
Asesinatos en los medios
"Estos tres casos conmocionaron a sus comunidades por la violencia y la saña de sus femicidas, lo que nos lleva a la reflexión de cómo han sido abordados por los medios de comunicación este tipo de crímenes", opinó Ferreyra.
Por ello es "necesario activar protocolos para trabajar de manera profesional acorde a la gravedad del caso y no encarar esto como un espectáculo para vender en horas pico", reprochó la activista.
"No hacer foco en su manera de ser ni en su condición de mujer, no desviar la atención del eje central que tiene que ver con la violencia a la que son sometidas las mujeres, y no hacer énfasis en los métodos ni en la morbosidad de cómo son asesinadas", detalló Ferreyra.
De este modo, no se utilizará el asesinato "como un botín por el cual disputar notoriedad por parte de aquellos agresores que ven en el femicidio una salida para lograr notoriedad", añadió.
175 huérfanos
A los 175 feminicidios directos registrados en lo que va de año se suman una decena de asesinatos vinculados de niñas o mujeres y otros 14 homicidios en los que la víctima fue un niño o un varón.
El 40% de los asesinatos de mujeres fue cometido por la pareja de la víctima, y otro 28% por la expareja.
El 30% de las mujeres víctimas fueron asesinadas con un arma blanca, otro 26% con un arma de fuego, un 17% más a golpes, otro 13% asfixiadas y 8% quemadas.
Mumalá reclama al Poder Ejecutivo que se declare la emergencia nacional en violencia de género a través de un proyecto que priorice medidas económicas de contención, junto a la posibilidad de que las víctimas puedan alejarse del entorno de violencia en el que viven por medio de alojamientos o refugios habilitados a tal fin.