"Está claro que no tiene miedo de asesinar reputaciones quien confiesa la intención de asesinar un miembro de la corte constitucional del país, le recomiendo que busque ayuda psiquiátrica", dice un fragmento del comunicado difundido por Mendes.
El juez también lamentó que, durante un tiempo, buena parte del proceso legal del país estuviera en manos de alguien con "impulsos homicidas", y sobre la intención de suicidarse acto seguido aseguró que sería un acto "motivado por el oportunismo y la cobardía".
La tensión entre ambos era un hecho público, pero se agravó cuando el fiscal general pidió que Mendes no juzgara un caso que involucraba al millonario Eike Batista porque su esposa, Guiomar Mendes, era socia del bufete de abogados que defendía al empresario.
El juez del Supremo reaccionó entonces con un oficio enviado a la presidencia del tribunal en el que afirmaba que la hija de Janot actuaba como abogada penal de la empresa OAS, una de las implicadas en la Operación Lava Jato, algo que según el exprocurador es mentira.
Janot afirmó que a raíz de ese gesto fue tomado por un episodio de "ira ciega" y que se planteó matar a Mendes al inicio de una sesión en el Supremo.
"Ese día llegué a mi límite; fui armado al Supremo, iba a darle un tiro en la cara y después me suicidaría; estaba movido por la ira, no había escrito carta de despedida, no conseguía pensar en nada más, tampoco le dije a nadie lo que pretendía hacer", comentó el exprocurador a Veja.
Janot asegura que llegó a sacar la pistola de su cintura pero que sus dedos se paralizaron al tocar el gatillo cuando estaba ya a dos metros del juez.
"Querían que practicase un crimen de prevaricación; solté algunos insultos indecibles antes de irme", afirmó Janot, que asegura que el exministro de Justicia de la expresidenta Rousseff, José Eduardo Cardozo, fue testigo de esa discusión.
La confesión del intento de asesinato de Mendes generó numerosas reacciones en el panorama político brasileño.
El presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, citó el caso este 27 de septiembre durante una conferencia diciendo que Brasil es un país "extraño" donde cada día hay una novedad.
"Hoy descubrimos que el procurador general de la República quería matar a un juez del Supremo (…) ¿quién va a querer invertir en un país así? ¿tú ibas a querer?", cuestionó.
Maia confió en que la Policía Federal ya haya actuado y haya quitado a Janot el porte de arma, para que las autoridades del Estado estén un poco más tranquilas.