Ese día, la Torre de Ginecología cayó cuando en ella se encontraban mujeres, recién nacidos, enfermeras y médicos, entre ellas Guadalupe Tenorio, quien narró a la agencia Notimex lo que vivió en dicha fecha.
"Ese día llegué a dar clases y empezó el movimiento, me senté con mis alumnos, el movimiento fue espantoso y el ruido fue lo más impresionante, como si se hubiera abierto la tierra, se botaron las tapas de las coladeras. Todo era escalofriante", evocó.

Sus ojos observaron fijamente los pasillos desde aquella jardinera donde estaba sentada. Parecía que vivía nuevamente el momento.
"Después de eso empecé a caminar por el hospital, para ver qué había pasado. Vi a compañeros, todos cenizos de tierra y nos decían que se había caído la Torre de Ginecobstetricia y la residencia del hospital. No lo podía creer, jamás se había visto algo igual", señaló.
Con una risa irónica, narró lo que ocurrió afuera del hospital: "Vimos el derrumbe y salimos, primero hubo desconcierto, un bloqueo de lo que estaba ante nuestros ojos, yo me acuerdo mucho de un señor que estaba poniendo su puesto afuera, no se entendió la magnitud de lo que acababa de ocurrir".

Por otra parte, contó la hazaña de algunos médicos, con un brillo en los ojos y su rostro lleno de asombro: "Los máximos héroes de esto son los cirujanos, porque ellos no se mueven, están operando y ellos continúan con todo y movimiento, no pueden irse y dejar ahí al paciente, junto con las enfermeras que también se quedan ahí, para continuar con la cirugía". Terminó la frase y sonrió.
Pero esta historia fue contada con altibajos, pues ahora paseaba de nuevo la mirada por el suelo y dijo: "Esa fecha me genera tristeza, esa sensación de incapacidad de no poder hacer nada, y esa enorme esperanza de que no vuelva a pasar".

"Pues yo tenía otro consultorio en Medellín que también se cayó. No tenía hospital porque estaba cerrado ni consultorio, una sensación muy desagradable, mis hijos pequeños, mucho dolor, no dormía ni comía", comentó.
"Teníamos el material básico para hacer revisiones y pues eso fue algo muy bonito, los médicos no nos fuimos", aseguró.
La doctora Tenorio compartió algo que la regresó a la vida después de tan sombríos días: "Hubo manifestaciones y algunas marchas que hicieron reaccionar al presidente Miguel de la Madrid, para que se abriera de nuevo el hospital; me animó mucho, porque ya lo dábamos por cerrado".

En el 2017 la Ciudad de México fue sacudida nuevamente por un terremoto, que afectó varias zonas de la Ciudad de México, pero ese 19 de septiembre lo vivió de forma muy distinta.
Aseguró que gracias a la tecnología hubo menos muertes que en el terrible acontecimiento de hace 34 años.
"En el 85 yo caminé con mis taconcitos hasta la colonia Narvarte, porque yo quería saber qué pasaba con mis hijos Y ahora la maravillosa comunicación. La tecnología ayudó mucho a la gente, incluso a personas que estaban atrapadas", dijo.

Con sus ojos muy abiertos, como sorprendida, narró lo que pensó de que el sismo del 2017 ocurriera el mismo día que el de 1985: "¿Cómo puede ser posible el mismo día? Pudo ser mala suerte, día fatídico. No lo sé Pienso que no deberíamos estar haciendo tantos simulacros, nos pone más nerviosos. Aunque la idea es que estemos más preparados", aseveró.
Dijo que después de vivir los dos terremotos, sólo tuvo una cosa en mente: "Lo primero que traté fue vivir en una casa, y no en un edificio, por el miedo de que te puedas quedar atrapado, o por lo menos un edificio más pequeño".
Y añadió que "ahora en el hospital nos sentimos tranquilos y seguros, pues tiene estructuras bajas, aunque no deja de ser peligroso en un acontecimiento así".