"La historia saudí causó un daño colosal a la reputación del sistema antiaéreo estadounidense Patriot", dijo Korótchenko a Sputnik.
El 14 de septiembre, varios drones burlaron los sistemas antiaéreos estadounidenses e impactaron contra las plantas petroleras de la compañía Saudi Aramco en las localidades de Abqaiq y Khurais, situadas a más de 800 kilómetros de la frontera yemení.
El 18 de septiembre, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, admitió que el sistema antiaéreo Patriot, fabricado por la empresa Raytheon, no es completamente fiable.
"Esas declaraciones de Pompeo son un intento de acallar el hecho de que Estados Unidos hizo el ridículo", remarcó Korótchenko.
El experto indicó que el sistema similar ruso Tor-M2 protege con gran eficacia la base aérea de Hmeymim en Siria de los ataques terroristas con drones.
"Los sistemas antiaéreos deben destruir cualquier tipo de objetivos y es que para eso se diseñaron. La probabilidad de derribo debe aproximarse al 100%", enfatizó.
"En cambio, los sistemas antiaéreos rusos cubren un espacio de 360 grados y poseen una alta resistencia a las interferencias", constató.
Además, dijo, las baterías Patriot requieren entre 30 y 50 minutos para estar operativas, mientras que los sistemas rusos S-300 o S-400 necesitan solo cinco minutos, el Tor-M2, de hecho, abate blancos en pleno movimiento.
Arabia Saudí es el mayor comprador de armas estadounidenses en Oriente Medio, incluido de los sistemas antiaéreos Patriot.
En 2017, Washington anunció que había suscrito un acuerdo con el Gobierno saudí para suministrarle armas por un monto de 110.000 millones de dólares.
Arabia Saudí lidera una coalición de países árabes que desde 2015 bombardea a los rebeldes hutíes en apoyo al presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi.
Desde Irán denunciaron que Estados Unidos arma a las "tiranías" de Oriente Medio que matan a niños yemeníes.