"El ataque con drones a la infraestructura petrolera de Arabia Saudí es un acontecimiento perturbador para el mercado petrolero (...) por supuesto, semejantes turbulencias no contribuyen a estabilizar el mercado de hidrocarburos", cita a Peskov el periódico ruso Vedomosti.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, está al tanto de lo ocurrido, señaló.
Agregó que Riad no solicitó ayuda de Rusia tras los ataques ya que, según el portavoz del Kremlin, tiene todas las capacidades necesarias para resolver la situación.
La compañía reconoció que el incidente redujo su producción diaria en unos 5,7 millones de barriles, casi a la mitad.
Los rebeldes hutíes reivindicaron la autoría de los ataques y advirtieron que seguirán atacando el territorio de Arabia Saudí hasta que el reino cese acciones de combate en Yemen.
El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, acusó a Irán de estar detrás de los ataques en Abqaiq y Khurai y otro centenar de ataques contra Arabia Saudí.
Para el Ministerio de Exteriores iraní, EEUU recurre a la táctica del máximo engaño habiendo fracasado con su política de máxima presión.
Yemen vive desde 2014 un conflicto armado entre los partidarios del presidente legítimo, Abdo Rabu Mansur Hadi, y los rebeldes chiíes del movimiento Ansar Alá (hutíes).
En marzo de 2015 intervino en el conflicto, del lado de Hadi, una coalición militar suní encabezada por Arabia Saudí, que incluye a los Emiratos Árabes Unidos y a otros países árabes.