"Boris Johnson es un amigo mío y tendrá éxito, sin duda. Sabe cómo ganar, no se preocupen", tuiteó este miércoles 4 el presidente estadounidense, Donald Trump, luego que el Partido Conservador británico sufriera una de las peores fracturas de su historia.
Fue tras el pasaje de una treintena de legisladores a la oposición en contra del Brexit duro que Johnson pretende concretar en la fecha prevista del 31 de octubre. El primer ministro no logró ninguna de las metas que se propuso, como evitar una ley que rechace un divorcio sin acuerdo con Bruselas y que se extienda el plazo de negociación hasta enero de 2020. Tampoco pudo convocar a elecciones anticipadas.
"Todos están mintiendo. Los que ahora son los líderes del Brexit, como Johnson, y contra el Brexit, como Jeremy Corbyn del Partido Laborista. Si uno va al contexto de tres meses antes del referéndum (de 2016), las posturas eran totalmente contrarias", dijo a Sputnik el analista político Adrián Zelaia, presidente de la consultora Ekai Center.
"Corbyn acentuó su posición anti Brexit para cohesionar al partido detrás suyo. No hay que olvidar que en este momento una parte fundamental de la élite británica, más que al Brexit o no Brexit, le teme a Corbyn", afirmó el experto.
En un plano distinto, Zelaia se refirió a la situación en Italia. Sostuvo que el nuevo acuerdo entre el Partido Democrático y el Movimiento 5 Estrellas —que permitió a Giuseppe Conte continuar como primer ministro— busca frenar posturas extremas en el país y hacia Europa.
"Hubo un mal cálculo político de Salvini [Matteo, ex ministro del Interior] y en lugar de un adelanto electoral lo que consiguió fue quedar fuera el Gobierno. Al contrario, lo que están haciendo los otros partidos es retrasar lo más posible esas elecciones para, precisamente, evitar que La Liga se haga con esos votos", apuntó.
"La Comisión Europea y otras instituciones están siendo mucho más agresivas a la hora de contrarrestar los movimientos populistas", añadió el experto, al referirse a las gestiones de Bruselas para apoyar la nueva alianza política en el país de la bota, y evitar una ruptura tipo Brexit con otra de las potencias continentales y mundiales.
¿El tiempo pasa?
Ese día invadió Polonia y dio inicio a la Segunda Guerra Mundial, en la que fue aliada, entre otros, de la Italia fascista. En años anteriores, hasta el Gobierno británico simpatizó con Adolf Hitler y Benito Mussolini. La intención era convertir a esos líderes y sus Estados en barreras ideológicas y militares contra "la amenaza" comunista que implicaba la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Por ello, el experto entrevistado habla de la responsabilidad de la élite europea con el desastre que significó aquel conflicto bélico.
"El papel de la oligarquía económica y financiera occidental en el impulso del fascismo en su conjunto, pero de forma muy directa del fascismo en Alemania e Italia, fue con un claro objetivo de hacer frente a lo que para ellos era la amenaza del comunismo y en concreto a la URSS", indicó.
"Hay datos muy concretos de cómo los servicios de inteligencia británicos estuvieron financiando durante al menos tres años con pagos mensuales a Benito Mussolini. Esto está contrastado. Los pagos desde el momento que abandonó el Partido Socialista y creó el partido fascista", indicó, citando investigaciones y documentos históricos.
Esto probó "hasta qué punto, cuando esa oligarquía occidental se siente amenazada, puede recurrir a técnicas similares o estrategias de todo tipo antes de ceder el poder".