"Aquí en Hebrón, la Ciudad de los Patriarcas, en una cueva que se compró a precio completo [en referencia a la compra de la cueva por parte de Abraham], nuestro derecho a esta tierra se estableció como justo y moral, un derecho a la propiedad que es y siempre será incontestable", aseveró Rivlin en la conferencia que pronunció en el Instituto Jabotinsky, en el marco de los actos de conmemoración del 90 aniversario de la matanza de 67 judíos en Hebrón durante los disturbios árabes de 1929.
"Desde ese momento [el de la compra de la cueva], hasta la brutal masacre de 1929, [Hebrón] fue una de las cuatro ciudades santas con un continuo asentamiento judío que se renovó después de la victoria en la Guerra de los Seis Días", añadió Rivlin.
Al final de sus comentarios, el presidente agradeció a los residentes de la comunidad judía de Hebrón su presencia en la ciudad: "Ustedes establecieron y mantuvieron el asentamiento judío con devoción, amor a la tierra de Israel y amor al pueblo de Israel".