La compañía china de telecomunicaciones Huawei acusó el 3 de septiembre a EEUU de intimidar y acosar a sus empleados y socios a través de distintos canales, incluidos los judiciales y administrativos.
Señaló que Pekín se opone firmemente "a las medidas adoptadas por EEUU para usar el poder estatal con el fin de ejercer una presión injustificada sobre ciertas compañías chinas".
Según el diplomático chino, las acciones de Washington no son morales y son contrarias a los principios de la democracia.
"Instamos a EEUU a que deje de abusar del concepto de seguridad nacional, de criticar a China y de presionar a las empresas chinas", destacó.
A mediados de mayo pasado, el Departamento de Comercio de EEUU incluyó a la compañía Huawei y sus filiales en una lista negra por amenazar supuestamente la seguridad nacional, lo que le cierra el acceso a la compra de piezas y tecnologías de fabricantes estadounidenses.
Varias empresas tecnológicas de EEUU, entre ellas Intel, Qualcomm y Google, anunciaron la suspensión de suministros a Huawei.
El Departamento de Comercio estadounidense emitió más tarde una licencia general, efectiva hasta el 19 de agosto, que retrasa la prohibición de hacer negocios con Huawei, y luego la Administración de EEUU la prolongó por 90 días más.