A finales de agosto, los medios saudíes informaron que Riad y Abu Dabi formaron un comité conjunto para estabilizar el cese de hostilidades en dos de las siete provincias del sur de Yemen –Shabwa y Abian– y normalizar la situación en la provincia de Adén.
Yemen vive desde 2014 un conflicto armado entre los partidarios del presidente legítimo, Abdo Rabu Mansur Hadi, y los rebeldes chiíes del movimiento Ansar Alá (hutíes). Después de que los hutíes ocuparan Saná, capital de Yemen, el Gobierno se trasladó a la importante ciudad portuaria de Adén.
En este conflicto el Gobierno cuenta con el apoyo de la coalición militar encabezada por Arabia Saudí, que incluye a los EAU y otros Estados árabes.
En 2017, en Adén fue creado paralelamente el separatista Consejo de Transición, que busca restablecer la independencia de Yemen del Sur y apartarse de los territorios del norte del país, controlados por los rebeldes hutíes.
El Ejército yemení posteriormente recuperó el control de Ataq y Zinyibar, pero los combates por el control de Adén continúan todavía.
Como consecuencia de las hostilidades decenas de personas murieron y centenares resultaron heridos.
Desde el inicio de esta última escalada, el Gobierno de Hadi acusa a los EAU de brindar apoyo financiero y militar a separatistas.