"No sé como se las van a arreglar, la bragueta no está prevista", contestó a la pregunta de Sputnik Serguéi Pozdniakov, el director general de la empresa Zvezda que diseñó el traje Sokol-M.
Según el director, "habría que cambiar la hoja de especificaciones".
El nuevo traje, que debe salvar a los tripulantes en caso de despresurización, requiere menos tiempo para ponérselo, es regulable y —a diferencia del actual modelo de un solo uso, hecho a la medida de cada cosmonauta— puede durar hasta 10 misiones.
Pero a diferencia del Sokol-KV-2, el prototipo presentado en el Salón Aeroespacial Internacional MAKS 2019, no tiene bragueta con cordones, la que ha permitido hasta hoy preservar una tradición que dura casi seis décadas.