"La idea que tienen es llegar a su destino pronto por la mañana", dijo Robles en declaraciones a los medios de comunicación.
Los migrantes son transportados desde la isla italiana de Lampedusa a bordo de un patrullero de la Armada Española.
El Ministerio del Interior de España afirmó que por el momento ninguno de los migrantes inició trámites para pedir asilo, aunque podrán hacerlo una vez pongan pie en España.
Está previsto que, tras el desembarco, los migrantes ingresen en un Centro de Estancia Temporal para que, posteriormente, los servicios sociales analicen la situación particular de cada uno de ellos antes de decidir próximas actuaciones.
El barco Open Arms socorrió a 160 personas en el Mediterráneo en tres operaciones de rescate realizadas el 1, 2 y 10 de agosto.
Las operaciones de Salvamento se produjeron en zonas cercanas a Italia y Malta, pero estos dos países bloquearon la posibilidad de que la nave desembarcara en sus puertos, lo que desató una crisis internacional en la que se vio involucrada España, país de bandera del barco.
La ONG rechazó la oferta argumentando que la delicada situación a bordo no le permitía emprender la travesía a España y finalmente Madrid decidió, el día 20 de agosto, enviar un barco de la armada para evacuar a los migrantes.
Sin embargo, ese mismo día un fiscal italiano de la región de Sicilia dio la orden de desembarcar a los 83 migrantes que quedaban al bordo del barco.
Un total de seis países europeos —Francia, Alemania, Rumanía, Portugal, España y Luxemburgo— acordaron repartirse a los migrantes del Open Arms.