"De ninguna forma esto que ha pasado debería significar un retroceso en cuanto a las posibilidades de crecimiento de las áreas de siembra agrícola en (los departamentos tropicales de) Santa Cruz y Beni", dijo Rodríguez en respuesta a un cuestionario de Sputnik.
Rodríguez hizo la declaración mientras el Gobierno reforzaba una gran movilización de personal y equipos técnicos para poner fin a los incendios que en el último mes han arrasado unas 800.000 hectáreas de bosques y pastizales de la Chiquitanía, próxima al Chaco sudamericano.
"Hay una situación de conmoción exacerbada por las redes sociales, y ciertamente cuando hay un ambiente que está extremadamente agitado, fuertemente ideologizado, politizado y electoralizado, el resultado es que se cae en excesos", sostuvo Rodríguez sobre una ola de condenas a un reciente decreto gubernamental sobre tierras.
Rodríguez afirmó que ese decreto no podía ser señalado como causante de los actuales incendios, porque éstos no se producen en Beni sino en Santa Cruz, donde las quemas controladas de tierras están autorizadas desde 2001.
"No fue el Gobierno de Evo Morales el que hizo el decreto de 2001 que autorizó las quemas en Santa Cruz, sino la administración (de Hugo) Banzer", apuntó.
Añadió que el concepto de quemas controladas implica autorización y vigilancia gubernamentales para esta práctica de mejoramiento de suelos que debería realizarse sólo en época de humedad.
Según el Ministerio de Economía, el sector agropecuario tuvo en 2018 un crecimiento cercano al 7%, constituyéndose en uno de los pilares de la expansión del Producto Interno Bruto.
"Es de esperar que no se frustre por la actual situación la visión que tenemos de convertir a Bolivia en un gran país agroexportador, porque si no lo hacemos corremos el grave riesgo de una desestabilización mañana de la economía, cuando no podamos generar más exportaciones y esta situación pueda afectar a la economía en su conjunto", dijo Rodríguez.
Añadió que las posibilidades de crecimiento agropecuario de Bolivia se asentaban tanto en el potencial de sus tierras como en la progresiva apertura de mercados, especialmente los de China y Rusia para productos como la soja y la carne vacuna, productos estrella de Santa Cruz.