En una entrevista con Sputnik, el director del departamento de Migraciones del Gobierno, André Zaca, explicó que la decisión se tomó en base a la Declaración de Cartagena sobre refugiados (1984) y a "diversos informes y circunstancias".
"Además de Venezuela, el Comité Nacional de los Refugiados (CONARE) reconoce la incidencia de la situación prevista en el inciso III (de la declaración) en Siria", comentó, siendo estos dos países los únicos incluidos en esa categoría, la más grave.
Con este cambio, los ciudadanos venezolanos que ingresen en Brasil podrán tramitar más rápidamente su condición de refugiados, ya que no habrá que analizar tantos detalles como antes; la "persecución subjetiva", por ejemplo, no tendrá que ser probada.
Las nuevas condiciones para los ciudadanos venezolanos tendrán validez de un año prorrogable, y se espera que ayuden a desatascar los procesos que están parados en el CONARE por falta de medios para analizarlos.
De hecho, pese a la fuerte afluencia de inmigrantes venezolanos, el año pasado, Brasil sólo concedió el estatus de refugiados a cinco venezolanos, porque fueron los únicos que consiguieron probar que estaban sido efectivamente perseguidos.
El número de solicitudes fue mucho mayor: en 2018, 61.681 venezolanos pidieron la condición de refugio en Brasil, frente a los 17.685 que hubo en 2017, un crecimiento del 245%.
En 2018, Brasil reconoció como refugiados a 777 ciudadanos, la mayoría sirios (476), seguidos de palestinos (52), congoleses (50) y cubanos (45).
Se considera refugiadas a las personas que están fuera de su país debido a fundados temores de persecución relacionados a cuestiones de raza, religión, nacionalidad, opinión política, orientación sexual o pertenencia a un grupo social específico.