Según The Guardian, el líder estadounidense rechazó los argumentos de otros participantes en la cumbre que se opusieron a esta iniciativa. Trump hizo hincapié en que la presencia de Rusia es necesaria para discutir temas como Irán, Siria y Corea del Norte.
Según el interlocutor diplomático de The Guardian, en este momento la situación comenzó a calentarse.
"La mayoría de los líderes insistieron en que el G7 sigue siendo una familia, un club, una comunidad de democracias liberales y, por lo tanto, le explicaron a Trump la imposibilidad de permitir que el presidente Putin regrese, por no corresponder al grupo", dijo la fuente del diario británico.
El 25 de agosto, se informó que los líderes de los países de la cumbre del G7 se negaron a que Rusia volviera al G7, pero pidieron una mayor coordinación con el país euroasiático.
Rusia formó parte del G8 hasta 2014 antes de reunirse con Crimea. Después de eso, los líderes de otros países se negaron a asistir a la cumbre en Sochi, y celebraron una reunión sin la participación de Moscú en Bruselas. A la cumbre asistieron los dirigentes de Francia, el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Japón, Italia, Canadá y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.