"En este momento hay cinco casos confirmados", corroboró a esta agencia Virginia Bouvet, secretaria de organización de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp), conocido como el sindicato del subte.
La empresa concesionaria responsable del servicio, Metrovías, reconoció esta semana en un comunicado interno que en tres trabajadores "se encontraron hallazgos vinculables a la exposición del asbesto", pero en los últimos días se ratificó el diagnóstico de placas pleurales en dos empleados más.
A través del relevamiento de agentes de riesgo de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART), han sido evaluados hasta el momento un centenar de operarios que trabajan en estos dos lugares, pero todavía falta que otros 100 empleados de los talleres sean examinados.
También deberán recibir atención médica los empleados de tráfico que manejan los trenes, que son unos 250.
"De las tres consecuencias más comunes que trae la exposición al asbesto, las placas pleurales es la más benigna", contextualizó Bouvet.
Estas afecciones, que llegan a ser letales, pueden tardar hasta 20 años en manifestarse.
Una comisión integrada por Metrovías, la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), la Subsecretaría de Trabajo del Gobierno de la ciudad, la Defensoría del Pueblo, la Agencia de Protección Ambiental y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial, además de los sindicatos, acuerda las medidas a tomar para eliminar el contacto de los trabajadores con el asbesto.
"Nosotros estamos pidiendo que cambien las flotas de Mitsubishi (de la línea B) y que las reemplacen con una flota libre de asbesto para erradicar los componentes contaminantes", adelantó Bouvet.
Los sindicatos también demandan que todos los trabajadores de la línea B que hayan podido tener contacto con el amianto sean sometidos a exámenes médicos.
Más riesgos
En estudios propios realizados por los sindicatos se examinaron piezas de varias flotas y se detectó presencia de asbesto en formaciones de otras líneas, advirtió la secretaria de organización del sindicato del subte.
Lo mismo sucede con cuatro formaciones Nagoya de la serie 300 en la línea C, integrada por seis coches cada una.
También se detectó amianto en vagones de la marca Siemens que se utilizan para transporte de materiales en la línea H.
La comisión que reúne a todas las partes involucradas deberá verificar la extensión del asbesto a todas estas líneas para adoptar las precauciones correspondientes.
De momento, Metrovías ha prometido que lavará todos los uniformes de trabajo de los empleados que trabajan en los talleres, que son quienes tienen una mayor exposición, para que no trasladen hasta sus viviendas las micropartículas impregnadas de amianto.
"También quitaron las estufas debajo de los asientos de los conductores, quienes habían estado durante 25 años sentados arriba de materiales con asbesto, y eso fue lo que determinó la inclusión de los compañeros de tráfico al listado de agentes de riesgos", contó la representante sindical.
La compra al Metro de Madrid se produjo "cuando ya estaba prohibido tanto comprar como vender material de asbesto", recordó la secretaria de organización del sindicato.
La comisión se reunirá la semana que viene para seguir este asunto.
En España han muerto hasta el momento dos trabajadores del Metro de Madrid que enfermaron a raíz de su exposición a fibras de asbesto.
En este país está prohibida la comercialización del amianto desde diciembre de 2002, mientras que en Argentina rige una ley similar desde julio de 2001.